Del mismo modo que el deporte español ya no será igual después de Sudáfrica, la radio deportiva española ha dado el mayor giro conocido desde la retirada de José María García. Paco González, Pepe Domingo Castaño y el grueso del equipo de Carrusel Deportivo deja la Ser y ficha por su competidor histórico, la Cope. Las desavenencias de Paco González con la Ser ya no vienen al caso y son sobradamente conocidas, con choque de estrellas y algún episodio ciertamente lamentable como agravante de una situación bastante compleja.
Ya da igual el expediente a Hevia por la final de la Superbowl, el affaire Cosentino, que si ese programa lo hará tu prima la coja, que si la relación González-De la Morena pasó de mala a insostenible o si a Manolo Lama le salían las cuentas o no (razón principal, negativa en ese caso, de que los componentes de Carrusel no hicieran exactamente lo que van a hacer ahora hace un año). Lo que interesa ya es ver cómo puede afectar este movimiento a la pétrea supremacía radiofónica de la Ser.
Con la marcha de Paco González, y sin Liga de por medio, Carrusel Deportivo ha perdido un 20% de su audiencia: un auténtico disparate si se tiene en cuenta que es el programa, de largo, más rentable de la cadena y que supone un tercio de los ingresos totales de la emisora.
Con la marcha de Paco González, y sin Liga de por medio, Carrusel Deportivo ha perdido un 20% de su audiencia: un auténtico disparate si se tiene en cuenta que es el programa, de largo, más rentable de la cadena y que supone un tercio de los ingresos totales de la emisora.
Desde luego, parece mucho más interesante qué puede sacar en claro la Cope y cómo va a afectar todo a la Ser, que juega la carta de la marca mientras puede perder incluso a algunos de sus principales referencias en las provincias, que si Paco González va a ganar efectivamente 750.000 euros por su fichaje (¡caray, parece un futbolista!).
La Ser, salvo sorpresa tipo Manu Carreño, ha recompuesto su elenco con gente de la casa, muy poco conocida fuera del periodismo (o sea, o aguanta la marca o al hoyo). Parece el órdago final de la Cope para intentar reflotar una audiencia en horas bajas, justo cuando se duda que puedan sobrevivir todas las cadenas nacionales que emiten en la actualidad. Quién sabe, igual logra volver al nivel de seguimiento de García o que la gente se fume "un purito" cambiando de emisora.
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