martes, 29 de enero de 2013

Lipasam: un asco de huelga


Me enseñaron de pequeñito que no es más limpio el que más limpia sino el que menos ensucia. Básicamente porque cumplir lo segundo ayuda a racionalizar lo primero. Esto es aplicable hasta para el último de los sevillanos (lo digo en serio, sobre todo para los que dejan el modelado mojonil en la acera), porque convengamos en que no vivimos en la ciudad más cuidada del mundo y que supone un gran esfuerzo común mantener Sevilla limpia. Esfuerzo humano y económico. Que ensuciando menos está todo más limpio lo debería entender cualquier persona que se digne de serlo (aunque no lo parezca, desde luego). Dicho lo cual, para reconocimiento de tan respetable colectivo, hablemos de la huelga de los trabajadores de Lipasam.

Detalle de la Plaza Nueva durante la protesta de trabajadores de Lipasam. / Foto: Antonio Pizarro