viernes, 25 de junio de 2010

Tragedias que sacan lo peorcito que llevamos dentro

El trágico accidente de Castelldefels, además de una enorme tristeza por la magnitud del hecho, nos ha dado una bofetada de realidad difícil de digerir. Resulta que 20minutos.es, el portal del principal diario gratuito y uno de los principales medios digitales del país, se vio obligado a cerrar los comentarios a una información por primera vez en sus cinco años de andadura y acelerar la puesta en marcha de una política más restrictiva en cuanto a los mismo. ¿La razón? El tono "salvaje, xenófobo y cruel" contenido en muchos de ellos.

Los trece fallecidos en el accidente ferroviario de la localidad barcelonesa eran latinoamericanos. De hecho, acudían a una fiesta organizada por y para latinoamericanos en este enclave costero. De los nueve primeros identificados, cinco ecuatorianos, dos bolivianos y dos colombianos. Puedes ver las reconstrucciones gráficas de El País y La Vanguardia.

20 minutos relata que primero "avisó de que se tomarían medidas" si no se rectificaba el tono; luego, permitir comentar sólo a usuarios registrados; por último, impedir directamente los comentarios en las piezas dedicadas a la tragedia. Como otros muchos medios, apenas un catálogo de términos prohibidos bloquea de entrada algunos comentarios. Las salvajadas que se pueden leer en muchos medios de información sólo pueden frenarse con la opción que dan esos medios de denunciar ese comentario o con una despublicación a posteriori por parte del medio si detecta algo fuera de lugar (normalmente todo queda en la opción de avisar al medio de un comentario inapropiado).

Duro, muy duro, comprobar el pelaje de parte de los usuarios que comentan las noticias en internet. No me sorprende, pero no deja de doler. Aquí cerquita, en Huelva, ocurrió lo de la niña Mari Luz, gitana, y aparecieron también comentarios en medios informativos que ofrecían lo peorcito de nuestra realidad. Irreproducibles. Asquerosos. Imposible que procedieran de personas. De hecho, algunos de esos comentarios provocaron que los digitales de Grupo Joly (Diario de Sevilla y Diario de Cádiz son los más representativos) endurecieran su política de comentarios.

Está demostrado que el anonimato de internet está siendo aprovechado por algunos para desahogarse y para ofrecer esa cara verdadera que en la vida diaria no se atreven a mostrar. Pero ojo, ese anonimato es falaz y relativo. Ojo que detrás de un nick puede aparecer la Unidad de Delitos Tecnológicos. Parece mentira que hagamos un uso tan perverso y tan nauseabundo de algo que tanto costó y que tanto apreciamos como la libertad de expresión.

1 comentario:

  1. Cuanta razon tienes, muchos creen que esto de internet facilita el anonimato y largan lo primero que se les pasa por la cabeza. Pocos saben que es relativamente facil seguir el rastro de la mayoria de los internauta, olvidando de una parte que casi todos dejamos nuestra marca personal (forma de redaccion, faltas de ortografia, etc...) en todo aquello que escribimos, y por otro lado que al igual que existe tecnologia para tratar de borrar nuestro rastro, tambien la hay para encontrarnos haya donde nos escondamos.

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