martes, 15 de junio de 2010

Asenjo, entre la autoridad y la idoneidad

Reconozco que me está sorprendiendo. Hasta ahora, negativamente. Las referencias indicaban que Juan José Asenjo era una persona que sabría meter en cintura a las hermandades, a veces demasiado acostumbradas a tomar decisiones por su cuenta y riesgo, pero nos encontramos hasta el momento con todo lo contrario. De entrada, las procesiones extraordinarias (o extra-ordinarias, como acertadamente calificó Roberto Villarrica, de Fotos Cofrades, a cuenta de un aniversario marinero) siguen sin el menor sentido de la medida: la Estrella estuvo las mismas horas el pasado sábado que cualquier Domingo de Ramos. Cinco horas en ir de su capilla a Santa Ana y otras cinco y media en callejear por el barrio para volver a su hogar.

Si esa fuera la consigna, perfecto, pero se suponía que no lo era. Nada que objetar a la hermandad, soberana en sus cultos internos y externos siempre que instancias superiores no se pronuncien. En ésas, la beatificación de Madre María de la Purísima es otro tema que poco a poco se le está yendo de las manos a Asenjo. Primero, Palacio recomienda a las Hermanas de la Cruz que pidan la venida de la Macarena, cuando Santa Ángela es titular de la Amargura, la vinculación conventual es esa y las mismas monjas eran partidarias de esta opción. Otra cosa es que la Amargura haya evitado postularse (lo desconozco). La Macarena, con la petición de las monjas a través del Arzobispado, se encuentran en el compromiso de aceptar la invitación a costa de crear un debate interno que veremos a ver por dónde sale. Peor aún, cuentan que se aconsejó al arzobispo no solicitar al Gran Poder que acudiera a la cita del Estadio de la Cartuja en septiembre ante la posibilidad cierta de recibir respuesta negativa.

Foto cedida por Diario de Sevilla
En el caso del Vía Crucis de Madrid, la Esperanza de Triana, como le ocurrió a la Macarena con la beatificación, se encuentra en la tesitura de recibir la invitación, después de que los restauradores del Cachorro recomendaran no trasladar la imagen (que era la opción que barajaba Palacio). Celebración absolutamente extraña para la mentalidad sevillana y, parece, mal manejada diplomáticamente. La consulta a los hermanos acabó, como bien se apuntaba como una cuestión de confianza hacia Adolfo Vela, hermano mayor de la corporación trianera. Los detalles de la cita en la calle Pureza así lo indican.

Asenjo, todavía desubicado y abriendo más debates de los que sería deseable, contraataca: “Lo único que legitima a las hermandades es su inserción en la Iglesia. Fuera de ella, su identidad se desvanece y son meras asociaciones culturales”. Desde luego, Asenjo no está encontrando facilidades y sí está aprendiendo que imponer decisiones a las hermandades es un tema delicado y que habitualmente ha salido mal. No está claro que esté bien asesorado o que no se deje asesorar. Recomiendo una lectura obligada: El desaire, por el Fiscal. 

Si llega a pedir al Gran Poder que fuera a la Cartuja...

2 comentarios:

  1. Don Jesús, me alegro verlo por aquí. Le tendré en cuenta en mis lecturas diarias.
    Me permito hacer un par de puntualizaciones:
    En primer lugar creo que a Monseñor Asenjo no se le ha ido nada de las manos, él hace lo que cree él que debe hacer pero con la salvedad de que la Sevilla eclesial-cofradiera lleva más de 25 años con una serie de "costumbres" y "autonomías" impropias de todo órden. Asenjo está recogiendo los frutos que Amigo Vallejo le ha sembrado. Hemos de recordar que, en las últimas Normas Diocesanas para Hermandades y Cofradías, mientras todos nos metíamos en el asunto de las hermanas nazarenas, dejábamos a un lado un punto IMPORTANTÍSIMO que se reflejaba y que cambiaba radicalmente las formas hasta entonces llevadas en las Hermandades, que no es otro que "las hermandades son asociaciones PÚBLICAS de fe", eso conllevaba también que la Iglesia de Sevilla tomaba el timón de TODO lo referente a las hermandades y cofradías, de todo su patrimonio, de sus cuentas y de todas sus decisiones.
    Hasta ahora no ha pasado nada, y si la Iglesia le pedía un manto a una Hermandad para una exposición no tenía más remedio que entregarlo, como así ha ocurrido. Ahora no, ahora se pide una imágen. Ay, "Amigo", ¿dónde estás ahora "Amigo"?. A eso se refiere Asenjo, respeta la decisión, pero si quiere dar baculazo lo puede dar, y está en su más legítimo derecho como "propietario" de la Iglesia de Sevilla, en la que entran las Hermandades con sus imágenes y sus enseres.
    No lo digo por ti, querido amigo y hermano Jesús, sino por la prensa sevillana en general; a ver si no perdemos el norte del rigor.

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  2. Antonio, gracias por pasarte por aquí. Totalmente de acuerdo con lo que dices, pero a veces hay que manejar mejor la autoridad. El error de Asenjo es de desempeño: ha hecho lo que está legimitado a hacer, pero sin medir cómo, y se ha encontrado con una situación desagradable que siempre debió evitar.

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