Zoido ha metido la directa. En menos de nueve meses su futuro político y personal vendrá determinado por las urnas y está haciendo, o eso parece, todo lo posible para coger ventaja en la apasionante carrera que protagonizará con el hasta ahora invisible Juan Espadas.
Con el arranque de septiembre, como se deslizó aquí, Juan Ignacio Zoido ha dado tres golpes de efecto en soportes diversos. Para empezar, cambio total de imagen.
Apuesta por la modernidad y por la diversidad propia de las redes con una nueva presentación del candidato, la que acompaña el texto.
Presentó a su equipo de campaña el primer jueves de septiembre, de manera que todo el consultorio digital desde el trabajo de cada uno estuviera a tope y la impresión física en los diarios del viernes provocara que todo aquel que piense, con toda la lógica, emigrar a la costas lleve consigo la edición del día, esa misma que pasará todo el fin de semana bien visible en la mesa que separa el sofá del televisor. La respuesta del PSOE criticando la ausencia de mujeres es algo que pensé nada más ver la imagen, pero quizás pueda haber ahora cosas más importantes, con la que está cayendo, que los dichosos cupos.
Luego, está en la línea de convertir las redes sociales en un canal de comunicación verdadero, en el que ofrecer puntos de vista amplios e informativos, poniendo al alcance de sus cerca de cinco mil seguidores de Facebook (y de cualquiera que lo busque) informaciones y propuestas, empezando con: “El gobierno municipal reconoce que da por perdidos 45 millones de euros de los muchos que aún tiene por cobrar: voy a hacer una reforma fiscal y de la agencia tributaria”. Y continuando con un extenso escrito en el que todos y cada uno de los que accedan a su perfil (abierto) puedan consultar.
Juan Espadas, con un prestigio muy elevado, continúa sin dar señales. Da la impresión de que le han nombrado candidato de mentirijillas para zanjar debates internos, y desde luego no le está haciendo ningún favor el tiempo que se le concede a un rival que arranca con fuerza. Mientras en Madrid se pelean en unas primarias que parecen dañinas, en Sevilla a Espadas le están haciendo perder un paso que puede no recuperar.
Habrá que ver los movimientos del candidato socialista cuando se produzcan, pero de momento es que sólo los hay del omnipresente Zoido...
Juan Espadas, con un prestigio muy elevado, continúa sin dar señales. Da la impresión de que le han nombrado candidato de mentirijillas para zanjar debates internos, y desde luego no le está haciendo ningún favor el tiempo que se le concede a un rival que arranca con fuerza. Mientras en Madrid se pelean en unas primarias que parecen dañinas, en Sevilla a Espadas le están haciendo perder un paso que puede no recuperar.
Habrá que ver los movimientos del candidato socialista cuando se produzcan, pero de momento es que sólo los hay del omnipresente Zoido...
Hombre, por fin se le ve a Zoido algo distinto de las tradicionales fotografías al lado de papeleras rotas y baches en el asfalto. El día que dijo lo de los cinco mil naranjos ya me lo imaginé, este tío estaba preparando algo. Ahora sólo falta que diga cuál va a ser su programa de gobierno porque, hasta la fecha, lo único que se le conoce es que derogará todo lo aprobado por el alcalde actual.
ResponderEliminarEspadas, faltando pocos minutos para que acabe el encuentro, sigue chupando banquillo. No sé qué esperan para sacarlo a calentar y que por lo menos lo vea la gente pegarse tres o cuatro carreras por la banda.
Saludos.