El bolo acabó en bolazo

Argentina. Ya es un marrón jugar en Argentina cuando en ningún caso se puede jugar un partido oficial en Argentina salvo en un Mundial. Y ya sería casualidad... Espero que le hayan pagado bien a Villar y cía por el bolo, porque ha acabado en bolazo. No hay equipo contra el que dé más coraje perder que contra Argentina. Está incluso por encima de Italia. No habrá ejemplo más notable que Heinze. La prensa capitalina no permitiría que semejante especimen se mezclara en una concentración con nuestro grupo de niños buenos y futbolistas mejores. Yo creo que a España lo único que le falta es un Heinze, mira por dónde.

El resbalón de Reina en Buenos Aires

Por partes. España es campeona de Europa y del mundo. Lo de Europa no lo pudo evitar Argentina. Lo del mundo lo posibilitó Alemania, que nos hizo un favor que ni lo sabemos. Habría sido un rival mucho más exigente en semifinales del Mundial. El 4-1 no tiene nada que ver en ese razonamiento. Es sencillamente que aquello de jugar contra Alemania y enfrentarse hombres contra niños, que era lo que decían quienes osaban mirar a los ojos a la 'Mannschaft' hace décadas, pasó a la historia de un plumazo en el Prater vienés.

España es campeona del mundo. Y un campeón del mundo no juega bolos. Juega prestigio. Se lo regalamos gustosamente a Argentina, sí. Alguno dice que para ganar dos votos en la elección de la sede del Mundial 2018. Hombre, igual hemos cruzado el planeta (por segunda vez en un mes) para ganar apoyos, pero el resbalón de Reina no iba en el lote, que se sepa.

La España supercampeona (fútbol, baloncesto, tenis, F1) se está convirtiendo peligrosamente en una insufrible mezcla de acritud anglosajona y paños calientes. Parece que cualquier cosa es una catástrofe y a la vez que la selección puede permitirse el ridículo más incontestable porque lleva una estrella en la camiseta. Ambos razonamientos son aberrantes, pero desde luego no soy de paños calientes aunque la doble corona convierte en cuestión menor lo que en el futuro le suceda a la selección. Si no gana nada más, no estará lejos de otras selecciones de su nivel, de ese nivel en el que España no estaba antes de ganar títulos. Argentina, por ejemplo.

Algo hemos avanzado. Antes un argentino zanjaba una discusión futbolística con esa patraña de que España no había ganado un Mundial. Ahora no pueden, ni ellos ni nadie. Y si un argentino, seguro que en un tono amistoso porque de verdad lo son, le subraya el 4-1 e insinúa que España salió campeón porque no se cruzó con Argentina, pídanle que en lo sucesivo evite ser goleado por el camino.

Dicho lo cual, adoro a la selección argentina, siempre lo he hecho salvo cuando los penaltis contra Italia en 1990. Y a Maradona, que se mandó a Zanetti y a Cambiasso de vacaciones y apostó por Demichelis y un portero ignoto para evitar ese cruce que pudo cambiarlo todo.

PD: Arbeloa, Piqué, Marchena, Monreal es una defensa impropia de la selección nacional. Todos a la vez, ni hablar. Y a los que no paran de hablar del fallo de Reina, recordarles que el fallo viene de antes, cuando Arbeloa decide cederle el balón y olvida lo que se enseña en las escuelas: no se retrasa al portero en la línea de la portería; a un lado o a otro. El resbalón es un fallo humano; el anterior es un fallo de concepto. ¡Y he conseguido ni mencionar siquiera a Del Bosque!