Manolo Jiménez: De villano en Sevilla a héroe en Atenas

Manolo Jiménez, a su llegada a Atenas.

Por delante, nunca fui 'jimenista'. Siempre me pareció un entrenador hosco pero desde luego concienzudo y serio.

'Amarrategui', para qué negarlo, pero obsesionado con ganar, no con agradar. Del Nido nunca estuvo del todo convencido, pero era una buena opción por resultados y por sevillismo, que ya se sabe que evita reproches en cuanto a planificación y fichajes. No había opción a la gran frase de Rafa Benítez en el Valencia: "Pedí un sofá y me trajeron una lámpara". Jiménez se habría quedado igual de conforme con el sofá que con la lámpara. De hecho, así fue.


Ni los pesos pesados del vestuario ni los aficionados vieron con agrado la llegada de Manolo Jiménez. Alguno, cuentan, le vino a decir que eran ellos los que mandaban. Jiménez, con la notable nómina de motes que vino arrastrando desde entonces, los metió en el canasto aunque fuera a empujones. Juande pegó el regate con un equipo con la moral por los suelos, porque había tocado techo y porque la muerte de Puerta bien pudo llevarse todo el proyecto por delante, y Jiménez, rudo y malencarado, volvió a situar al Sevilla FC al mismo nivel en el campeonato liguero. En Europa, o en Copa, ya era otra cosa, pero lo volvió a poner en Liga de Campeones.

"Jiménez huele a tieso y al Sevilla no lo puede entrenar un tipo que huele a tieso". Esto se lo he escuchado yo a un notable colega de profesión, periodista multiplataforma con el que nunca he trabajado pero al que conozco hace ya tiempo. Exageraciones al margen, venía a resumir el rechazo que nunca logró superar Jiménez de buena parte del sevillismo y del entorno (prensa). Vista la etapa de Antonio Álvarez, igual alguno ha moderado su animadversión hacia Jiménez aunque sin renunciar a ella. Gregorio Manzano puede lograr que el Sevilla juegue mejor, pero mejores resultados...

Lo que no se puede esconder, porque es objetivo y real, es que el entrenador al que aquí rechazaban por cicatero, sieso y, a ver si algún día alguien lo reconoce, por haber entrenado al filial, ha sido recibido en Atenas como a pocas estrellas del fútbol se ha recibido en esta Sevilla tan particular, como puede verse en el vídeo a continuación. Dos años a millón por año, no está nada mal.



Vuelvo a insistir: Jiménez nunca fue santo de mi devoción. Durante toda su etapa me estuve debatiendo entre el resultadismo y los bostezos. Me quedé con los resultados porque la vida te insiste en que cuando faltan se echan más de menos que la excelencia futbolística, y desestabilizan proyectos e instituciones hasta límites insospechados. "Se ha renovado solo", dijo Del Nido cuando Jiménez dejó al equipo tercero en Liga y semifinalista de Copa. Creo que no había expresión más acertada. Jiménez gustará más o menos, pero no había más remedio que darle confianza; se la había ganado.

En el AEK tiene esa confianza antes de debutar. Lo que está por ver es cómo se analizará su trayectoria en Grecia. Si fracasa, los palos están garantizados. Si triunfa, seguramente se minusvalorará por la diferencia competitiva de las ligas y el estado de tiesura de todo el país heleno. Igual su sitio es la tiesa liga griega... ¿Imaginan un cruce con el Sevilla en la Liga Europa?