martes, 26 de octubre de 2010
Cospedal y las pegas del Gobierno Abierto
En los tiempos que corren, reconocer públicamente que uno tiene dinero es, además de una notable imprudencia, una actitud muy poco recomendable. Nada recomendable si se vive de la política, que ya se sabe que la 'res publica' mira mucho los dineros y la mujer del César etc, etc. Reconozco que el concepto de Open Goverment o Gobierno Abierto es el mayor avance en política de lo que llevamos recorrido del siglo XXI. Lo explica mucho mejor que yo este libro. Todo tiene sus peros...
Castilla La Mancha ha publicado en su boletín oficial la declaración de bienes de sus políticos y, la verdad, la secretaria general del PP ha salido en la foto con joyas de diseño, por lo menos. Me parece torticero, que diría Rubalcaba, enfocar el tema como El País, que resaltaba que había declarado en 2009 ganar más del doble que el presidente autonómico, José María Barreda (más o menos 96.000, sí, sí, ese que le cantó las cuarenta a Zapatero días antes del tsunami ministerial), pero desde luego es llamativo y hasta insultante que el PP le asigne un sueldo que roza los 168.000 euros. Su asignación por cargos públicos no me parece para echarse las manos a la cabeza (unos 63.000 euros), pero sí llama la atención la escasa influencia que tiene la puñetera Ley de Incompatibilidades que promulgó Felipe González en la clase política.
Hay quien se para en los 500.000 euros que Cospedal tiene en cuentas bancarias. Demos por bueno que proceden de la venta de un piso (una fenómena si vende un piso con la que está cayendo) y no le demos más vueltas. Pero 28 millones de las antiguas pesetas por su cargo en el PP...
Ojo, que Cospedal no gana más dinero que la nueva ministra de Salud, la ahora tristemente célebre Leire Pajín (digo tristemente por ese energúmeno que representa a Valladolid), quien en sus tres cargos simultáneos se embolsaba 20.000 euros mensuales (240.000 al año, más o menos como Cospedal).
Presumir, con perdón, de coñonrao con esos emolumentos es una ordinariez manifiesta. Ordinariez de Cospedal y de Pajín, de las dos. O sea, de los dos, PP y PSOE, PSOE y PP, escandalizados siempre en lo que gana el otro sin mirar para dentro (¡maldito Open Goverment!).
Puede, y sólo digo puede, que estas asignaciones tan llamativas estén detrás de las luchas intestinas que viven los partidos políticos en todas sus demarcaciones, que si no a ver cómo se justifica que se presenten multiperdedores de elecciones una y otra vez y se perpetuen en sus cargos medianías nocivas con Máster en habilidades y MBA en orientación.
Transparencia, palabra mágica.
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