jueves, 5 de agosto de 2010

Órdago de Telefónica al mercado joven con la compra de Tuenti



Asisto con frío asombro a las reacciones provocadas por la compra del 85% del accionariado de Tuenti a cargo de Telefónica (comercialmente Movistar). El comentario más repetido es que la venta es barata. El siguiente, que el gigante de las telecomunicaciones se va a estrellar. Si es así, desde luego será por un problema de imagen ante los usuarios de la red social, que pueden verlo como una injerencia en 'su terreno', porque como movimiento estratégico parece una opción inigualable de entrar en un mercado al que la empresa de móviles no llega; reflexión: ¿cuántos jóvenes de entre 14 y 25 años tienen su móvil en Movistar? No tengo más datos que el que dicta la realidad de la vida: la mayoría de los clientes de ese tramo no paga su línea (o sea, la paga papá), con lo que se desvinculará de la compañía buscando tarifas más económicas en cuanto se vea obligado a asumir el coste del teléfono.

¿Tuenti es caro o barato? Depende de cómo se mire. Si Tuenti tiene ocho millones de usuarios, pagar nueve euros por usuario me parece una barbaridad. Pero, como todo en la vida, sólo el resultado final de la operación sentenciará sobre lo elevado o no del precio. A muchos entendidos del mundo tecnológico les ha parecido poco. A mí, particularmente, pagar 70 millones de euros por una empresa que ofrece un servicio tan concreto y tan condenado a reinventarse cada equis tiempo para no verse laminado por la competencia o por los continuos vaivenes de los usos digitales me parece un serio riesgo. Y con la que está cayendo no digamos. Sólo valorando al alza la base de datos y la posible facturación publicitaria puede acabar entrando en un precio cercano al mercado. Ejemplo: Prisa, infravalorada por su elevada deuda a pesar de tener una dimensión gigante.

A través de los enormes Javier Barrera y Rosa Jiménez Cano (entre otros) se puede entender mejor todo esto. Desde luego, mejor que yo, que sigo sin entender por qué se augura tan alegremente el fracaso (puede que lo sea, pero no por ser Telefónica sino por comprar una empresa en lo más alto de su valor) ni por qué puede considerarse barato comprar una firma española (porque no momento es estrictamente española) por 70 millones.

Fantástico el resumen de Álvaro Varona sobre los fracasos de Telefónica en el mercado de internet (imagen superior). A través de Barrera dejo aquí las impresiones del ya ex presidente de Tuenti, Bernardo Hernández.

Comparada con otras operaciones de Telefónica no parece gran cosa (Lycos, 2,2 billones), pero el impacto generado es indiscutible y el hecho de mantener al equipo de gestión puede considerarse el resquicio para considerar que el gigante de las comunicaciones quiere dejar de perder dinero con sus inversiones en internet. O por lo menos, dejar de echarse la culpa. Como operación estratégica, sobresaliente; como operación financiera, ya se verá.

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