Hay dos cosas que te dejan de una pieza en relación a las espectaculares trombas de agua de los últimos días: Lo primero, por supuesto, las imágenes. Algámitas (Sevilla) es un buen ejemplo. Lo segundo, que Aemet reconoza que las lluvias que provocaron la tragedia de Córdoba (tres muertos en Aguilar de la Frontera y Bujalance) eran inesperadas. Que los ríos vuelven a su lugar es una premisa asumida (¿o no?).
Las riadas y sus espectaculares imágenes se fueron trasladando hacia el Levante y, engullida la playa de Águilas (Murcia), recordé una placa de tráfico que vi hace poco en Cala del Moral, una pedanía de la localidad malagueña de Rincón de la Victoria, muy próxima a la capital. Al verla, situé unas inundaciones espeluznantes hace algunos años, con cantidades de agua (224 litros, lo he buscado) cercanas a los 280 de Aguilar, en Rincón y en la Cala.
Buscas cada una de ellas y todas son parecidas. Ojo, que la calle convertida en río de Algámitas se llama... ¡Arroyo! Los ríos tienden a recuperar su cauce, se mire por donde se mire, por mucho que desvíen su recorrido para poder construir. En la Cala, la calle por la que el antiguo arroyo desciende hasta el mar tienes unos paredones a ambos lados de metro y pico de altura. Preside la calle una placa de prohibido aparcar en "días de lluvia". Los vecinos ya han visto esto antes... y parece que volverán a verlo.
Imagen de la señal de tráfico de La Cala del Moral, a 50 metros escasos de la playa.
Dejo aquí algunos de los vídeos de las riadas en las localidades referidas:
Algámitas (Sevilla, 18 de agosto 2010)
Aguilar de la Frontera (Córdoba, 17 de agosto 2010)
Águilas (Murcia, 17 de agosto 2010)
Rincón de la Victoria (Málaga, 28 de marzo de 2004)
La Cala de Moral (Málaga, 28 de marzo de 2004)
Seis años y medio después y los efectos de las trombas de agua son idénticos
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