No creo que la cuestión sea quién tiene razón porque en realidad no parece tenerla nadie. Entiendo que el Sevilla FC realizó un planteamiento equivocado de un evento en el que tenía bastante en juego y la prensa presionó más allá de lo debido para reconducir una situación en la que, al final, parecía tener más en juego que el propio club. Me refiero, claro, a la negativa del club a que el médico comentara nada (nada quiere decir la lesión de Jesús Navas) y al consiguiente rechazo mediático por el acto al que había sido convocado.
No he leído mucho sobre el tema porque eso no me va a llevar a cambiar de opinión, pero de lo poco me quedo con la edición impresa de Marca –ese diario a veces tan, tan tan, dejémoslo– y lo que en ella publica Dani Pinilla. Partamos del hecho inequívoco de que Jesús Navas es, ahora mismo, la máxima preocupación del club y del aficionado. Y de la prensa, por tanto. Partamos igualmente de que el Sevilla anuncia una presentación de una novedad dentro de su acuerdo con Sanitas.
Conociendo algo el patio, estoy seguro de que sin el ridículo del Camp Nou habría sido José María del Nido en persona quien presidiera el acto. Pero no es así, es el doctor Juan Ribas, jefe de los servicios médicos del club quien, según la nota, abriría un acto en el que el director territorial del patrocinador entregaría la tarjeta de rigor a tres futbolistas. "Posteriormente se llevará a cabo la habitual rueda de prensa". La nota arriba reproducida es la del club, recogida en el blog de Alvarado. Muchas veces estoy de acuerdo con él. Con sus críticas a la prensa, también. En este caso, la verdad es que no mucho. Pero tampoco le doy toda la razón a la prensa.
Al margen de que es algo difuso eso de "la habitual rueda de prensa" cuando no se circunscribe al día a día del equipo sino que viene 'adosada' a un evento de marketing del club, parece un error estratégico garrafal sacar a la palestra al médico cuando las dudas sobre la recuperación de Navas están, con perdón, acojonando al más pintado. Lo que era una lesión de diez-quince días (entradón contra el PSG) se ha convertido en mes y medio y quirófano a la vista, justo cuando el Sevilla pensaba que el desenlace sería justo el contrario y se evitaría la intervención.
Gestionado el tema de forma terrible por parte de las altas esferas del club, me imagino al impagable Jesús Gómez lidiando con un buen grupo de periodistas notablemente cabreados porque el médico no va a atender ninguna pregunta. Entiendo a la prensa. No se puede convocar alegremente a un acto promocional y no ofrecer nada. El acto en sí carece del menor interés salvo para el Sevilla, que tiene que justificar con difusión en medios el acuerdo con sus patrocinadores. Por eso Del Nido y cualquier dirigente normalmente accede a someterse a las preguntas de la prensa. Dar cera, pulir cera; quid pro quo. Mírenlo como quieran.
Dicen que la prensa amenazó con no dar cobertura al evento si no hablaba el médico. Si es así, mal. Muy mal. La prensa no es quién para amenazar a nadie. No cubre el evento y punto. Ya verá el club si le interesa dar una versión sesgada y llena de tecnicismos que casi nadie entiende sobre una lesión o que no tenga la menor repercusión un acto que a la prensa no le interesa y que cubre, sin duda, por la posibilidad, en este caso, de tener a su disposición al médico. Que la prensa se plante ante un hecho que considere inapropiado está dentro de su derecho a la libre información. No les gusta lo que entienden como cierto oscurantismo por parte del club sobre las lesiones. Al club no le gusta que se ponga en entredicho continuamente a los médicos, a quienes se señala incluso con sorna en casos como los de Fazio o Acosta ("la madre de todos los esguinces, recuerden). Las radios hervían y muchos medios escritos han reflejado el hecho: El Correo, Abc-Orgullo de Nervión, El Desmarque, Muchodeporte, elsevilla.com... Alguno como Diario de Sevilla ha obviado el tema. No el de las lesiones interminables sino el anecdótico del plante. Los periodistas no deben ser noticia. Estoy totalmente de acuerdo. La prensa no puede obligar al Sevilla a hacer lo que no quiere. El Sevilla no puede pretender 'colar' a la prensa la cobertura de un evento sin interés a cambio de nada. Lo dicho, la razón no termina de tenerla nadie, pero si debo dedicir quién tiene 'menos razón', opto por la cuestionable gestión que de esta situación han hecho las altas esferas del Sevilla.
PD: Ojo, las relaciones entre el Sevilla FC y los medios no son malas. En absoluto. De hecho, no creo que la prensa pueda tener especial queja del trato que recibe. Otra cosa es que algún peso pesado del club esté empeñado en manejar ciertas situaciones bloqueando el paso a los medios. Lo hace de la forma equivocada (lo de Ribas es un ejemplo perfecto) e innecesaria. Los problemas que haya entre club y prensa se suelen reducir al papel de ese peso pesado.
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