Si se ha fijado, el Ayuntamiento ha ido colocando en distintas zonas, accesos de entrada a la capital, forjas con la leyenda Sevilla, muy habituales en distintos formatos en otras ciudades y villas cuando entras en ellas. Aquí viene el primer desencuentro. Primer fin de semana con las letras en su sitio y colocan una sábana que reza "Aquí no empieza Sevilla".
Para que se sitúe. Estamos en la macrorotonda que separa Jardines de Hércules de la Bellavista de toda la vida.
Pues no, ahí no empieza Sevilla. Apenas a un kilómetro de distancia se ubica la entrada natural a la antigua travesía, hoy bulevar. Se está poniendo complicado eso de gestionar la Bellavista, digamos, clásica respecto a la Bellavista, digamos, nueva. Cuando se accede a Sevilla desde la carretera vieja de Dos Hermanas (desde el Canal de los Presos), esa rotonda se convierte en el acceso a Sevilla, con independencia del acceso real en el Hospital de Valme, donde por cierto se colocó un Sevilla exactamente igual el mismo día.
Detalle sin importancia, ninguna, pero que refleja el trabajo que tiene por delante Rafael Belmonte en la Bellavista histórica. A fin de cuentas, la zona nueva está habitada mayoritariamente por vecinos procedentes de otros barrios que no perciben sensibilidades al respecto por mucho que hayan aumentado considerablemente el volumen de población del barrio.
La tercera imagen es de apenas unos días después. Varias letras desaparecen cortadas de raíz. Todavía se ven restos de metal rojo sobre el montículo de cemento. ¿Es la crisis, aunque digan que ya va mejor la cosa, o el tema es aún peor? Para reflexionar, sin duda. ¿Bienvenidos a Sevilla?
PD: Una vez publicado esto compruebo que faltan otras dos letras y sólo puede leerse ya 'LA'. Poco más que decir...
No hay comentarios:
Publicar un comentario