miércoles, 3 de abril de 2013

Reflexiones sobre una Semana Santa atípica


Vamos allá. Como casi nadie ha hecho balance de la Semana Santa sevillano, voy a hacerlo ya con la nostalgia suficiente como para que sea muy en frío y con muchas ganas de que sea otra vez Domingo de Ramos. Seguro que se me olvidan cosas y no espero convencer a nadie, sólo reflexionar. Por partes.


La meteorología y los meteorólogos

Foto: Antonio Pizarro / Diario de Sevilla

Pese a quien le pese, son un elemento muy sustancial de la concepción de las cofradías en la calle del siglo XXI. Igual que los que tenemos cierta edad hemos visto la evolución de ciertas cofradías tanto en su crecimiento como en su comportamiento (no todo era la rectitud de ahora –o la pretendida rectitud de ahora–, qué duda cabe) las consignas del radar son tenidas muy en cuenta. Creo que equivocamos el concepto: las hermandades pueden mojarse y su preocupación no es mojarse, sino mojarse mucho. Una cosa es la lluvia del Miércoles Santo y otra muy distinta la del Domingo de Ramos, incluso la de la Madrugada al alba.




El Domingo de Ramos, por desgracia para los que salieron y para los que no, el radar estaba desconectado. Desconocemos el motivo, pero faltaba parte de la información. Consecuencias: las que salieron se mojaron más de lo que pensaban (que nadie se engañe: sabían que se mojarían) y las que no salieron temieron de más (lógico, por otra parte). El mismo radar advirtió en la Madrugada que al alba llovería. No responsabilicemos al meteorólogo de las decisiones de las cofradías. No son ellos los que ponen las cruces de guía en la calle. Quitando el episodio del radar dominical, han clavado las predicciones, pero se han mojado más hermandades que nunca a pesar de haber únicamente tres jornadas plenas: Lunes Santo, Jueves Santo y Sábado Santo.


El patrimonio humano

Foto: Antonio Pizarro / Diario de Sevilla

Estoy con mi amigo Eduardo Florido. No sé qué es eso del patrimonio humano. Se está convirtiendo en una excusa muy socorrida, como los niños. Bueno. Otra cosa es el artístico: "El patrimonio se cambia", dijo el hermano mayor del Carmen en una intervención para analizarla despacio. El humano, sea lo que sea, está bien cuidarlo. Pero ojo, el nazareno tiene que cuidar a su cofradía desde el momento en que se pone la túnica hasta el momento en que se la quita. Todos los años vemos a nazarenos que no se comportan debidamente. El nazareno de San Gonzalo dando una entrevista a la tele alemana que ridiculiza la Semana Santa sobra (¡ni a esa tele ni a nadie caramba!). A un pertiguero del Cristo de Burgos un periodista suramericano le metió la alcachofa mientras le hacía una pregunta y cuentan que ni le miró. Diferencia.

Normal que se desordenen los nazarenos en la Madrugada y hasta comprensible que se vayan a desayunar. Eso ha pasado toda la vida. Gustará más o menos, pero sorprender o escandalizar desde luego que no. Ahora bien, se vieron nazarenos/as tomando cubatas en la Encarnación. ¡Alerta roja! Y lo que está llegando a las iglesias. ¿Es posible que un nazareno de cofradía, digamos, seria, esté oyendo la radio mientras va a recoger el cirio y su diputado no le llame al orden? El whatsapp, creo, nos lo podíamos ahorrar por un rato. Y ver a un nazareno grabar un paso dentro de su iglesia con una cámara de fotos definitivamente me pasma. Algo hay que hacer con el patrimonio humano. O al menos con parte de él.


La música

Nada que comentar. Me parece una pérdida de tiempo valorar si el acompañamiento musical es el adecuado. Es el que cada cofradía ha considerado adecuado. Habría que valorar la interpretación buena o mala, no las marchas. ¿O no las controla el fiscal de paso de acuerdo con la banda?


Los recesos

Comprendiendo la responsabilidad que tienen las juntas y la ilusión del patrimonio humano, perdón, de los nazarenos, este tema debe regularse mejor. O al menos controlarse de manera más eficaz. No digo que se deje sin salir a una cofradía por no poder disponer de esa media hora en la que el meteorólogo le asegura que se va a mojar y que luego clarea, sino que no repercuta negativamente en el resto de cofradías. No vale con poner la cruz en la Campana a su hora si luego el palio deja veinte o treinta minutos de retraso. Eso es una tomadura de pelo al complaciente Consejo y una falta de respeto y caridad al resto de hermandades. Ejemplos hay los que quieran, no creo que haya que señalar. Hoy es uno, mañana otra. Y el Consejo no dice nada. Total, a veces parece que no se entera de nada...


Los Panaderos

Foto: Miguel Ángel Caride / Diario de Sevilla

Se le está zurrando de lo lindo y con razón, pero no se cuenta todo. O por lo menos no se tiene en cuenta todo. Hablamos de una cofradía no precisamente fácil y que está enclavada en un lugar muy complejo. El día, en general, está cogido con alfileres. La amenaza de lluvia retrasó la jornada y les perjudicó claramente. Tomando como cierto que el Consejo les autorizó a pasar (y que había cierto espacio hasta la cruz de guía de la otra cofradía) es al órgano rector al que La Lanzada debe pedir explicaciones. Otra cosa es recrearse en lugar de agilizar al máximo para dejar pasar. Ciertamente lamentable la escena e insólito el abucheo del público. Las explicaciones del hermano mayor panadero son muy muy flojas y terminan apuntando directamente a una falta de capacidad para reaccionar, algo bastante más común de lo que pensamos. Sin ánimo de salpicar a terceros, vuelvo a los recesos: no vale poner la cruz a su hora y que el palio deje veinte o treinta minutos de retraso. Eso pasó el Miércoles Santo en más de un caso y sin eso estaríamos hablando de otra cosa porque el cruce entre hermandades, directamente, no se habría producido.


El Jueves Santo

Dos cosas sobre el Jueves Santo. Creo que no está lo suficientemente explicado el gran retraso de la jornada. Hablan del panal en la catedral y de los oficios, pero el palio de los Ángeles ya venía con bastante retraso desde la plaza de San Pedro y lo mantuvo en la Campana. Algo más debió ocurrir al margen de que Los Negritos se encontrase la puerta de la Catedral cerrada. El solapamiento Jueves Santo-Madrugada empieza a ser preocupante. Las del jueves entraron más tarde que nunca y como esto siga así veremos empezar a salir a la Macarena con Pasión en Carrera Oficial.


La Madrugada

Foto: Manuel Gómez / Diario de Sevilla

Difícil decisión la de salir o no cuando la amenaza de lluvia ofrece varias horas de margen. Con las de capa no creo que hubiera dudas sobre su decisión, pero las de negro en parte sorprendieron. Volvamos al principio: ¿no salir por el riesgo de lluvia débil en la última media hora del recorrido? Y, como bien se ha señalado por parte de algunos cofrades. ¿Por qué se alaba al Gran Poder lo que se critica a otras? Léase Polígono, Carmen, etc.


La televisión y las comunicaciones

Muchos han echado de menos a Giralda TV. Normal. Más recursos, mayor despliegue. El coste era brutal pero eso al espectador le interesa menos. TeleSevilla ha hecho una retransmisión dignísima, con independencia de que todo sea mejorable o que no tuvieran ancho suficiente para aguantar el streaming. Sólo le afeo, y prometo no volver a poner la cadena si insisten en ello, que después de interminables charlas y nazarenos llegue un cristo a la Campana y lo posterguen a una ventanita inferior mientras ponen anuncios, como si fuera la Fórmula 1. Como que no.

Cuestión aparte ha sido la banda ancha y el 3G. La conectividad ha sido muy complicada toda la semana. Las telefónicas deberían reflexionar sobre el tema, pues ha recordado a las primeras Ferias en plena expansión de los móviles. Ahora la expansión es de smartphones y habrá que ponerle remedio. Esto tuvo una notable incidencia el Domingo de Ramos, cuando era imposible el contacto entre las cofradías, el Consejo y el Delegado de Día. Habrá que tener en reserva el clásico teléfono de rueda.


Twitter y los medios

Lo último. Twitter está teniendo un peso superlativo, puede que excesivo, pero nos encanta. Otra cosa es saber elegir a quién se sigue para no tener que aguantar un bulo tras otro. En esto tampoco han ayudado a veces los medios. He llegado a leer a periodistas afearles a otros lo que sus propios medios hacían (¿?), he llegado a ver a una pareja de compañeros que parecían asesores de un hermano mayor seriamente cabreado por la situación que estaban padeciendo y anunciar como si fuera una decisión de Consejo de Ministros la salida de la cuadrilla del ya célebre costalero de Montesión (terrible atuendo) para ser después ser desmentido por personas sin arte ni parte en la cuestión. ¿Aporta algo eso? El periodismo debería ser otra cosa.

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