jueves, 24 de febrero de 2011

Cuestión de confianza



No, esta cuestión de confianza no va con Zapatero. El Sevilla FC, ahora mismo, se debate en una cuestión de confianza. Una tras otra, quiero decir. La masa sevillista se cuestiona su confianza hacia Palop –el héroe entre los héroes–, hacia Monchi –el artífice de casi todo lo reciente–, hacia Del Nido –el representante de la ambición– y hacia todo lo que se mueva. Es lo que pasa cuando es tan evidente que hay que darle un giro al proyecto y nadie quiere dar el paso. Puede que con Medel y Rakitic se haya empezado a dar y que sean los fichajes estelares del próximo verano pero realizados ya este invierno. Es lo que muchos pensaron cuando se condenó a Jiménez y se pactó con Manzano. Álvarez fue coyuntural. El gol de Rodri en Almería tuvo mucho que ver.



El Sevilla fuera de Europa no es ningún drama. Escucho con nula base que se ha fracasado en Europa y en la Copa (sí, sí, en la Copa. ¡Eliminado por el Madrid de Mourinho en semifinales!). En fin, es lo que hay en esta ciudad y hay que asumirlo. El Sevilla está fuera de Europa porque ahora mismo es inferior al Oporto. Ni más ni menos. Y encima tuvo sus opciones. En la ida, sobre todo, hasta que regaló un gol que terminó por condenarlo. En la vuelta porque el Oporto se empeñó en perdonar una y otra vez y el orgullo sevillista le permitió pelear hasta el final.

El club debe replantearse muchas cuestiones. Quizás no tantas como le pide el cuerpo a muchos sevillistas, pero desde luego unas cuantas. Me sorprende, muy negativamente, la incapacidad del entrenador (carísimo entrenador) para transmitir fuerza y ánimo. No le hierve la sangre roja como al deseado Caparrós, desde luego que no. No veo los entrenamientos, pero quienes sí lo hacen me dicen que su rictus es el mismo en la ciudad deportiva y que quien da las órdenes es su segundo. El principal problema de Manzano, entiendo, llega cuando tiene para elegir. Saca lo mejor de plantillas cortas y se atasca con plantillas amplias. Lo de Oporto es para una reflexión profunda. Alaba hasta el extremo a un centrocampista de contención (Medel) y lo deja fuera cuando se juega las papas, poniendo una justificación pueril y absurda. Si necesitaba descanso, contra el Hércules habría sido mejor momento, ¿no? Hasta el más creyente de los creyentes se ha cansado del actual Perotti. Menos Manzano. ¿Tan mal está Capel? ¿Tan obligado es jugar con las dos bandas cuando al técnico no le gustan ni Capel ni Alfaro?

Mientras llega el momento de ver si Manzano apuesta por Varas o vuelve Palop, las quejas de Martín Cáceres sobrevolaron toda la segunda parte del estadio Do Dragao. El mosqueante Howard Webb perdonó la segunda amarilla a Alexis a la media hora por un agarrón. En los cambios es Sergio Sánchez el descarte, polivalente y sin amarilla mientras Alexis y Navarro están amonestados. Marca Luis Fabiano, sueña el Sevilla, el Oporto se queda con diez y... el malagueño se va a la calle al siguiente agarrón. Mucho tardó. "No le vi con confianza", dijo Manzano después sobre Sergio Sánchez para justificar su incomprensible decisión. Tampoco le veo (le vemos, porque son muchos) a usted con confianza, señor Manzano. Y menos tomando decisiones que antes o después se vuelven en su contra. Busque las excusas que quiera, incluso la que utiliza Mourinho sobre el calendario. Por favor, un poco de seriedad: ¡Diga un día que se ha equivocado!

1 comentario:

  1. Que cierto y verdad!!! Yo creo que un mal año no debe acabar con una directiva, pero el no empezar a planificar la siguiente temporada YA si podría hacerlo en un futuro, y eso pasa por cerrar ya al futuro entrenador (no creo que nadie piense que Manzano va a seguir) y poner al frente del equipo a alguien de la casa que siga la linea a buscar la próxima campaña. No creo que esta plantilla necesite un entrenador concreto para conseguir plaza de UEFA, porque el que diga que se sigue aspirando a Champions está vendiendo humo y de eso ya hemos tenido bastante este año.

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