jueves, 22 de enero de 2015

Consideraciones sobre la EPA

La ministra Báñez, con la alcaldesa de
Cádiz. / Joaquín Pino (Diario de Cádiz)
Se nos va a llenar la boca, el teclado o lo que tengamos a mano, de repetir que los datos de la EPA que cierra 2014 son buenos. Oiga, y lo son. Objetivamente lo son. En algunas provincias andaluzas, muy buenos incluso. Otra cosa es que cada uno quiera hacer una lectura particular para restar valor al adversario. Todos participan de los errores y los aciertos, en realidad, pero nadie quiere reconocer la autoría del drama porque, cierto, no tiene un único 'padre'. Y el camino que queda es tan largo...

Viendo los datos, empiezan a ser menos alarmantes que hace no tanto tiempo, apenas dos años. El número total de parados aún ronda los cinco millones y medio, una barbaridad, pero la tendencia parece claramente hacia abajo, entre directamente la salida de gente del país, la aún pequeña recuperación económica y las todavía claramente insuficientes creaciones de empleo (dejar de destruir empleo parecía ya un avance...). Pero hay síntomas preocupantes todavía para Andalucía. De entrada, su tasa de paro está a 10,53 puntos de la media nacional, dobla sobradamante a la de Navarra y el País Vasco, además de a La Rioja.

Mirando con pequeño detenimiento los datos del INE, salta a la vista que Andalucía sigue en cabeza en cuanto a la tasa de paro, pero sobresalen más cosas: Cádiz se ha destacado de manera asombrosa. A comienzos de legislatura, con el paro en pleno apogeo, ni siquiera era la provincia andaluza con peores números, y ahora se ha instalado de manera estable por encima del 40% (con un lamentable 42,34%) mientras el resto de provincias, algunas más y otras menos, se van alejando. Sevilla y Málaga ya están a más de diez puntos porcentuales de distancia respecto a Cádiz. Almería, la segunda con peor tasa, está casi siete puntos por debajo (35,7).

Si se fija en el gráfico que tiene debajo, comprobará que sólo Cádiz y Huelva han empeorado respecto a 2013, y de manera notable además. Y que la mayoría de provincia tiene peores tasas que cuando comenzó la legislatura (cierre de 2011). Todas menos Málaga, en realidad.






Los datos resultan menos brillantes todavía cuando se sale fuera de Andalucía. No ya porque la región siga al frente de la tasa de paro, sino porque si miramos las provincias con mayor tasa, la mayoría son andaluzas. Las cinco primeras, concretamente: Cádiz 42,34, Almería 35,70, Huelva 35,26, Granada 35,11 y Córdoba 33,88. Ciudad Real (33,39) tiene el dudoso honor de ser la primera fuera de Andalucía. Apenas unas centésimas detrás está Jaén (33,33). Las Palmas (32,7), Ceuta (si la consideramos de esta manera, 32,46) y Badajoz (31,54) anteceden a Sevilla (31,41) y Málaga (30,86). Ya no hay más provincias en España por encima del 30% de paro. Son 13, entre ellas las ocho andaluzas...

A nivel regional, sólo Canarias (31,08) y la ciudad autónoma de Ceuta (32,46) tienen una tasa mayor que la mejor provincia andaluza. Andalucía no es sólo la que tiene la tasa más alta, sino que otras regiones habitualmente en problemas están a bastante distancia: Extremadura (29,96), Melilla (29,5), Castilla la Mancha (28,50) y Murcia (27,26) son las únicas que están a menos de 10 puntos porcentuales de Andalucía. La Comunidad Valenciana (23,48) ya está más lejos. Y un área claramente rural como Castilla y León queda en el 20,28%, por delante de Galicia (20,87) y Asturias (20,78) y al nivel de Cataluña (19,88). De ahí para abajo, Andalucía prácticamente dobla al resto, y más a Navarro y País Vasco.





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